Thursday, February 09, 2006

 

U 1277, el mejor pecio de un submarino alemán en las costas ibéricas

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+ de Buceo
By Santiago Mata


Restos de la torreta y de la escotilla de entrada.
Foto: L. Quinta ©

A una milla de la playa de Angeiras, en Portugal, se encuentra este interesante pecio, el único de un U-Boot alemán que puede ser buceado con relativa facilidad en aguas ibéricas.

El final de la guerra submarina: Regenbogen Deadlight
En el artículo sobre el U 617 resumí algunos datos sobre la actuación de los U-Boote alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, así que aquí sólo me referiré al final de la guerra submarina. Como todo marino, los comandantes de U-Boote sentían como un deber impedir que sus naves cayeran en manos del adversario. Aunque su origen es desconocido, es seguro que existió la consigna Regenbogen (arco iris), que muchos comandantes recibieron por radio, y que equivalía a una orden de hundir su submarino. A las 15,14 horas del 4 de mayo de 1945, Karl Dönitz, que había sido jefe del arma submarina de la Kriegsmarine desde 1943, y desde cuatro días antes jefe del Estado como sucesor de Hitler, suspendió por imposición de los aliados la consigna Regenbogen y ordenó el fin de las hostilidades, enviando un último mensaje a los submarinistas, en el que les pedía que se entregaran a su adversario.

Autores como Blair dudan aún hoy día de que existiera la citada consigna para hundir los U-Boote, pero sí se dio en la misma mañana del 4 de mayo: un grupo de comandantes de submarinos visitó su cuartel general, y un ayudante del Großadmiral les dijo que, como jefe del Estado, Dönitz tenía la obligación de negociar, pero que él (el ayudante) sabría lo que debía hacer como comandante de un buque de la Kriegsmarine. Esta explicación fue suficiente para que se transmitiera la consigna, aunque muchos no esperaron a recibirla. Pondré dos ejemplos que me han relatado los protagonistas: en Wilhelmshaven, el conde de Arco decidió por su cuenta junto con otros comandantes inutilizar su submarino (U 151) antes de que llegaran los británicos. Finalmente, Arco y los demás comandantes hundieron sus submarinos el mismo 2 de mayo en que los británicos llegaban a Wilhelmshaven. Otro austríaco, Willibald Ulbing (comandante del U 2347) fue uno de los que recibió la consigna Regenbogen y la puso en práctica el 5 de mayo; de hecho, un radiotelegrafista trató de hacerle llegar la contraorden de Dönitz cuando ya era demasiado tarde.

Entre el 2 y el 6 de mayo, 21 submarinos fueron hundidos por la aviación aliada mientras trataban de alcanzar las costas noruegas (presumiblemente para autohundirse). El 8 de mayo, el Almirantazgo británico informó de que, para rendirse, los U-Boote debían navegar enarbolando una bandera negra. Esta humillación innecesaria, que equivalía a exigir una confesión de piratería, añadió más submarinos a la lista de los hundidos. De los 231 U-Boote autohundidos en el Báltico y el Mar del Norte, más del 87% lo fueron en las cercanías de uno de los 17 puntos de construcción o refugio de submarinos, y dos tercios (155) en las siguientes 6 localizaciones: bahía de Gelting (43), Kiel (39), Travemünde (32), Wilhelmshaven (21), Flensburg (10) y Hamburgo (10).

Los submarinos que se rindieron al final de la guerra (menos el U 995), más aquellos cuyas tripulaciones trataron (inútilmente) de escapar al cautiverio y los reflotados sufrieron el mismo destino: fueron echados a pique en los meses inmediatos al fin de la guerra, en la operación llamada Deadlight. Esta operación Deadlight contribuyó a alimentar la leyenda sobre los U-Boote, ya que parece difícil encontrarle una razón de ser. ¿Temían ingleses y norteamericanos que alguien pudiera “robar” los submarinos? Esto parece absurdo. ¿No habrían sido útiles como arma disuasoria frente a los rusos en la guerra fría? Sin duda, ya que los rusos apenas hundieron U-Boote, dada su atrasada tecnología, pero para cuando “comenzó” la guerra fría la operación Deadlight ya había terminado. ¿No habrían podido los aliados al menos desguazar los U-Boote y así obtener valiosas cantidades de acero en tiempos de escasez? Ésta hubiera sido seguramente la solución más razonable. Aparentemente no hay más que una respuesta sobre el por qué de esta operación: cierto afán de venganza y de humillar al adversario. Una prueba más de que los políticos ingleses se habían tragado hasta el fondo el cebo de la propaganda nazi en torno a los U-Boote...


Últimas operaciones desde Noruega. El U 1277.
En marzo de 1945 salieron desde Noruega 37 U-Boote (que a su vez fueron sustituidos en las bases por 28 enviados desde Alemania, entre ellos el U 2511, único Elektroboot del tipo XXI que llegaría a patrullar). Este grupo hundió 10 barcos, y a cambio se perdieron 15 U-Boote. Aparte de los de este grupo, se perdió un submarino en América, 2 en el Báltico y 14 en los bombardeos de Hamburgo. A pesar de todo, a fines de marzo Dönitz contaba con una flota récord de 460 U-Boote, de los cuales sólo 60 estaban en la mar. En abril, los soviéticos se encontraban a las puertas de Berlín, y los aliados occidentales habían cruzado el Rin.

Para los submarinos, abril de 1945 sería el mes que más pérdidas registraría de toda la guerra (55 unidades).

En ese mes salieron desde Noruega 28 submarinos del tipo VII (y, además, el U 2511 el día 30) para patrullar en aguas británicas: 12 de ellos eran nuevos o acababan de terminar su entrenamiento. Entre todos hundieron 4 barcos (20.000 toneladas de registro bruto), contra 10 U-Boote hundidos (500 tripulantes muertos y 46 apresados). La operación (que podríamos calificar como la más desastrosa de la guerra submarina) se redondeó tras la capitulación alemana con la entrega de 11 de estos U-Boote en puertos británicos. El resto de los submarinos fue hundido por sus propias tripulaciones: dos de ellos frente a las costas portuguesas. El U 963 (del tipo VIIC, completó 10 patrullas sin hundir ningún barco, Rolf-Werner Wentz lo comandó en sus dos últimas patrullas), que tenía como misión colocar un campo de minas, fue hundido en la mañana del 20 de mayo frente a la costa de Nazaire (39º 36' N-09º 05' O) por su tripulación, a la que las autoridades portuguesas internaron y entregaron a los aliados. El pecio parece haber sido localizado, pero no buceado, ya que se encuentra a más de 100 metros de profundidad.

El U 1277 (tipo VIIC/41, comandante Peter-Ehrenreich Stever) fue hundido el 3 de junio de 1945 frente a Capo de Mundo (Oporto), en posición 41º 09' N - 08º 41' O.

Sus tripulantes desembarcaron en la playa de Angeiras, ayudados por algunos pescadores y por el barco salvavidas Carvalho de Araújo, procedente del puerto de Leixões, pasando a ser internados en el “Castelo de São Jose da Foz do Douro” (Oporto). Entregados a los ingleses en Lisboa, pasaron los siguientes dos años como “combatientes enemigos desarmados”. Stever permaneció al menos un año más cautivo, según Fernando Pinto, ya que un tribunal inglés lo condenó por haber hundido el submarino. Quienes se entregaban en puertos aliados o eran capturados en las bases de submarinos alemanes, recibían la calificación de “prisioneros de guerra” y podían volver a sus casas en un plazo de días, semanas o, todo lo más, meses. Pero para quienes parecían sospechosos de “saber más de la cuenta”, los aliados (occidentales) reservaron la denominación de “combatientes desarmados”, con la que se dieron el lujo de matenerlos detenidos por tiempo indefinido, al margen de las leyes internacionales.

Los 47 tripulantes del U 1277, sin embargo, no habían intervenido en acciones bélicas. Su submarino fue botado en los astilleros Vulkan de Bremen el 6 de agosto de 1943, alistado el 3 de mayo de 1944 y, tras entrenarse en la 8ª flotilla hasta el 31 de enero de 1945, salió para su única patrulla de combate el 1 de febrero, con la misión de patrullar en el Canal de la Mancha. También para el teniente de navío (Kapitänleutnant, Kl) Stever, que si bien era un marino experimentado (de la promoción 1937b, entre 1942 y 1943 había sido jefe de la 7ª flotilla buscaminas), ni siquiera había patrullado como oficial en prácticas en un submarino. Éste es uno de tantos casos que muestran cómo, sobre todo a partir de 1943, Dönitz tuvo que emplear todo lo que tenía a mano para sustituir a las tripulaciones de U-Boote desaparecidas.

La tripulación del U 1277 recibió por radio informaciones sobre la capitulación alemana: debían entregarse a los soviéticos en Kiel. Poco animados a hacerlo, los tripulantes decidieron entregarse a un país neutral: por falta de combustible y alimentos, desecharon la opción de viajar a Argentina (que no era neutral, pues había roto relaciones con el eje el 26 de enero de 1944 y le declaró la guerra el 27 de marzo de 1945) y optaron por la Península Ibérica. Sobre España tenían noticias confusas, así que decidieron confiar en la neutralidad portuguesa. Lo cierto es que ni uno ni otro país podían prestar asilo a militares de una armada que había capitulado. La intención de los tripulantes del 1277 era hundirlo a unos 100 metros de profundidad pero, tras 45 días de inmersión, la playa de Angeiras les ofrecía una buena oportunidad para el desembarco, aunque la profundidad era un tercio de la que deseaban.

Otros submarinistas salieron también mal parados a causa de las mentiras difundidas por la propaganda nazi. Entre los que realizaron largos periplos destacan los del U 530 (comandado por Otto Wermuth), llegado el 10 de julio de 1945 a la base de submarinos de Mar del Plata (Argentina) y sobre todo el U 977 (Heinz Schäffer), que dejó la costa noruega el 10 de mayo, aunque sabía desde el día 8 que debía entregarse a los británicos, y llegó el 17 de agosto al mismo destino que el U 530. A ambas tripulaciones les esperaba igualmente una larga cautividad.


Características del pecio y de su buceo
Casi tres decenios pasaron hasta que, en octubre de 1973, tres buceadores portugueses —Rui Pinto, Alberto Freitas y Oliveira Fernandes— hallaron el pecio del U 1277, guiados por un pescador de Angeiras. El submarino estaba a 30 metros de profundidad, escorado y aparentemente poco destruido. Las pesquisas continuaron con la colaboración de Arnold Gilbert, portugués de ascendencia alemana, y el descubrimiento se dio a conocer en enero de 1974 con un artículo en la revista “Flama”. Posteriormente, el pecio fue buceado por la armada portuguesa. Poco a poco, el U 1277 se convirtió en uno de los lugares de buceo más famosos del norte de Portugal.

Según la descripción del oficial Carl Stachow, el U 1277 se hundió con la popa hacia tierra. Hoy día descansa a 32 metros, inclinado 45 grados a babor, casi paralelo a la línea de costa, de la que dista en torno a una milla. Más de la mitad del casco está enterrado en la arena (la popa totalmente) y la estructura exterior prácticamente ha desaparecido, por efecto del fuerte mar invernal, quedando el cilindro interior del submarino (coraza de acero de 22 mm.). Todavía es posible ver relucir el periscopio de acero inoxidable (debe ser el periscopio de ataque, pues el de observación parece haber sido retirado), aunque ha desaparecido la torreta y la artillería antiaérea. La escotilla no permite el acceso a un interior lleno de arena, pero sirve de abrigo para camarones y algunas nécoras. Son visibles los grandes tubos de ventilación de los motores diesel (que no hay que confundir con el Schnorchel, que permitía tomar aire en inmersión, y del que el U 1277 no estaba dotado). En la proa son visibles dos tubos lanzatorpedos a cada lado, cubiertos, como el resto del pecio, de anémonas (entre ellas una colonia de anémonas rosas, provenientes del Mar del Norte). Otros habitantes del pecio son congrios, los mayores que se pueden encontrar en esas aguas según Luís Quinta, y pulpos.

Para bucear el pecio del U 1277 no se requiere ninguna autorización especial. Sin embargo, según Luís Quinta, es preciso contactar con un centro de buceo que conozca el pecio, ya que las aguas suelen ser turbias o muy turbias (visibilidad de 2 a 3 metros) y hay bastante corriente, por lo que no es fácil dar con el U 1277. No obstante, este buceador realizó una inmersión en condiciones de muy buena visibilidad (15 m.), de modo que desde los 20 metros de profundidad distinguió ya la torre y algunos tubos del pecio del U 1277. Quinta aconseja acudir al:

MERGULHOMANIA
Avenida Meneres, 234 - Bloco 9 - 6º esq
4450-189 Matosinhos
Portugal

Tel: (+351) 22 995 22 25

Fax: (+351) 22 996 20 86

mailto:info@mergulhomania.com?subject=Informations


Otros U-Boote hundidos en aguas ibéricas
El lector se preguntará si no existen más pecios de U-Boote buceables en torno a la Península Ibérica, aparte del U 1277 (más el U 963 también en Portugal, pero a una profundidad “prohibitiva”) y del U 617 al que me referí en un artículo anterior. Haberlos, hailos, pero “no merecen la pena”, ya que su buceo es peligroso y, en principio, ilegal. Peligrosos porque ninguno más está a una profundidad razonable, por su estrechez y por la munición que contienen. Cuando además hay en su interior tripulantes muertos, la entrada en estos pecios es un delito prohibido por las Convenciones de La Haya (son tumbas de guerra).

Lo mejor es dejar clara de antemano la verdad más sencilla: los pecios de los U-Boote no contienen ningún tesoro. Conviene por tanto no dejarse llevar por espejismos como el que relataba el 4 de noviembre de 2000, el diario El Mundo: el caso de Joaquín Ángel Rodríguez Castelao, que halló un submarino a 106 metros de profundidad cerca de la costa de una isla balear y confiaba en obtener pingües beneficios: “¡ojalá se trate de uno de esos viajes secretos que llevaban obras de arte a Sudamérica incautadas por los nazis en los países invadidos! ”. Ninguno de los submarinos alemanes que actuó en el Mediterráneo transportó nada de valor, como tampoco los que operaron en otros mares, con una importante excepción, el U 234 (Kl Johann-Heinrich Fehler), que había salido de Noruega el 16 de abril de 1945 con destino a Japón y se entregó el 15 de mayo al destructor norteamericano USS Sutton. Llevaba un caza Me 262 desmontado más dos ingenieros capaces de volverlo a montar, piezas de turbinas, material óptico, modernas armas anticarro y sobre todo 560 kilos de óxido de Uranio/U 235 (del que se podían extraer 4 kilos del único isótopo de uranio fisionable existente en la naturaleza) ; Japón no podía sintetizar anualmente más de un miligramo de Uranio, así que este material era mucho más precioso que el oro. El capturado en el U 234, bajo la supervisión personal de Julius Robert Oppenheimer, fue transportado a la fábrica atómica de Oak Ridge. Aún hoy día no se ha desvelado si este Uranio formó parte de los 60 kilos arrojados el 6 de agosto de 1945 sobre Hiroshima, de la bomba que explotó tres días más tarde en Nagasaki o de Trinity, la bomba que el 16 de julio anterior estalló en el desierto de Nuevo México.

Numerosos U-Boote fueron hundidos por la aviación británica en el Golfo de Vizcaya. Aquél cuyo pecio quedó más cerca de la costa española fue probablemente el U 966 (Ekkehard Wolf), hundido el 10 de noviembre de 1943 tras ser atacado por cuatro aviones: uno británico, dos nortearmericanos y el Liberator letra E de la escuadrilla checoslovaca de la RAF —311ª— que lo remató. Fue echado a pique “a escasos metros” de Punta Maeda (Estaca de Bares), según escribió Juan Carlos Salgado (revista Defensa, nº. 249). Con él se hundieron 3 de sus tripulantes y otros 5 se ahogaron. Aunque habían terminado los tiempos en que los U-Boote podían repostar en España, aún se pudo apañar la fuga del comandante Wolf —previo traslado a Madrid, donde se le dio por muerto en un hospital— a Alemania. El U 966 puede ser pues “el menos inconveniente” de los pecios de U-Boote en aguas de soberanía española, por su cercanía a la costa. Sin embargo, como he dicho, lo más probable es que haya que considerarlo tumba de guerra. Esta circunstancia desaconseja totalmente el buceo de otro U-Boot, el U 74 (famoso por haber recogido a 3 supervivientes del acorazado Bismarck), hundido el 2 de mayo de 1942 con toda su tripulación frente a Cartagena (en posición 37º 32' N-00º10' E). Presuntamente fue localizado en agosto de 1997 por un centro de buceo de Cabo de Palos.


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www.u1277.blogspot.com
www.schnorkel.blogspot.com

Comments:
Me ha parecido una magnífica exposición del estado de la cuestión. Y lo incorporaré a mi biblioteca de temas submarinos,

Jan7
 
Saludos. por lo que se, del U-966 solo quedan +- unos 20 metros del casco de presion a proa, el resto se dinamito en los años 60 para chatarra, no tiene mucho sentido la consideracion de tumba de guerra.
Saludos.
 
espectacular la leccion sobre los U boote.
sinceramente muchas gracias
 
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